Los hoteles de bajo coste se encuentran normalmente en la periferia de las grandes ciudades y ofrecen casi los mismos servicios y comodidades que los hoteles del centro, pero a un precio sensiblemente inferior.

Los hoteles de bajo coste son un fenómeno de reciente aparición en España y en en constante crecimiento. Dichos hoteles han nacido a la sombra los vuelos low cost. Incluso algunas compañías se dedican a ambos negocios. Hoteles y vuelos low cost.

Los alojamientos de bajo coste han irrumpido en el mercado hotelero español ofreciendo unos precios muy competitivos, aunque normalmente a varios kilómetros de distancia de los principales centros turísticos y económicos de las ciudades.

Suelen estar por tanto ubicados en zonas periféricas y no se ofrece de partida ni servicio de habitaciones, ni televisión, ni alguna otra comodidad. Si se requieren se pagan. De forma que la tarifa básica aumenta en función de las comodidades solicitadas por los clientes hasta acercarse a los precios normales de mercado.

En Madrid se encuentran el 28 % de los hoteles de bajo coste de España y en Cataluña el 20%. Entre estas dos comunidades concentran prácticamente la mitad de la oferta de los hoteles de bajo coste.

Tanto las compañías aéreas de bajo coste (low cost) como los hoteles también de bajo coste han supuesto una auténtica revolución en el mercado turístico mundial. Los clientes saben ahora que pueden viajar hasta los mismos destinos y alojarse en las mismas ciudades a precios más reducidos, sólo prescindiendo de algunas comodidades.

Esta revolución hotelera de los hoteles de bajo coste comenzó en Japón. Para paliar la escasez y los altos precios del suelo en la capital, Tokio, se construyeron los llamados hoteles cápsula con sus habitaciones reducidas a meros nichos. Minimalismo de espacio en estado puro. En su interior sólo cabe la cama, y el cliente ni siquiera puede ponerse de pie. No hay, por supuesto, baño en el diminuto dormitorio. Pero los que no consiguen conciliar el sueño pueden, al menos, entretenerse viendo la televisión que cuelga de la pared. Destinados a asalariados que han perdido el último metro o que están demasiado borrachos para emprender el camino de vuelta a casa, los hoteles cápsula están teniendo un éxito rotundo en el Extremo Oriente.

Los hoteles cápsula de Japón se han convertido, desde el primero abierto en Osaka, al oeste del país, en 1977, en una alternativa económica para alojarse, por lo general durante una sola noche. Sus clientes suelen ser hombres, empleados de rango medio, que han perdido el último metro o están ebrios. Los extranjeros son bien recibidos.